
¿Alguna vez has buscado ese bizcocho sencillo, rápido y que triunfa con cualquiera? El bizcocho de leche condensada es esa receta especial que nunca falla, perfecta para desayunos, meriendas o para acompañar un café. Aquí encontrarás la receta definitiva, con todos los trucos para que quede tierno y aromático, además de consejos para personalizarlo y resolver todas tus dudas sobre este clásico de la repostería casera.
Tabla de contenido
Bizcocho de leche condensada
El origen y la magia del bizcocho de leche condensada
Un bizcocho que huele a casa
Desde niña, el olor a bizcocho recién hecho siempre me ha recordado a los días felices en la cocina, primero en Galicia y después en Sevilla. Hay recetas que nos unen a la familia y este bizcocho de leche condensada es una de ellas.
Mi madre solía prepararlo en ocasiones especiales y con Isabel, mi gran amiga y compañera en Rincón de Recetas, compartimos esa pasión por los dulces sencillos que llenan la casa de recuerdos y alegría. Lo especial de este bizcocho está en su textura: esponjosa, pero con ese toque cremoso que solo la leche condensada puede dar, como puedes ver también en recetas de nuestro blog como el bizcocho de yogur o el bizcocho de yogur y naranja.
Dulzura en su punto y resultado siempre tierno
Uno de los grandes mitos de este postre es pensar que será demasiado dulce. Pero nada más lejos de la realidad: la leche condensada sustituye al azúcar y la leche habitual, logrando un equilibrio suave y ligero. Lo he hecho mil veces, y siempre me sorprende que, aunque la miga es más densa a la vista, al probarlo resulta tierna, húmeda y nunca empalagosa.
Es el bizcocho favorito en mi casa para las meriendas de domingo, sobre todo cuando lo combino con un café y una charla entre amigas. Y si buscas variar, puedes inspirarte en otras ideas que compartimos, como el bizcocho de plátano y yogur o incluso probar una versión sin gluten como nuestro bizcocho calabaza sin gluten Thermomix.
Ingredientes y paso a paso para un bizcocho de leche condensada perfecto
Ingredientes para triunfar siempre
La gran ventaja del bizcocho de leche condensada es que se prepara con ingredientes básicos y fáciles de encontrar. Para un molde rectangular de unos 24 cm, necesitas:
- 400 g de leche condensada
- 4 huevos medianos
- 120 g de harina de trigo para repostería
- 8 g de polvos de hornear (levadura química)
- 1 pizca de sal
- 2 cucharadas de esencia de vainilla (o la ralladura y zumo de ½ limón)
- 50 g de mantequilla derretida
- Mantequilla y harina para el molde
- Azúcar glas para decorar (opcional)
Si te gusta experimentar, puedes cambiar la vainilla por ralladura de naranja o un toque de canela, similar a nuestro bizcocho de manzana asada, o incluso darle un extra de aroma con un poco de licor dulce, como hacemos en algunos postres especiales.
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Bizcocho de leche condensada
- Total Time: 1 hora 15 minutos
- Yield: 8 porciones 1x
Description
Bizcocho de leche condensada tierno, fácil y perfecto para desayunos o meriendas. Receta casera tradicional con ingredientes sencillos y resultado siempre jugoso.
Ingredients
- 400 g de leche condensada
- 4 huevos medianos
- 120 g de harina de trigo para repostería
- 8 g de polvos de hornear (levadura química)
- 1 pizca de sal
- 2 cucharadas de esencia de vainilla (o la ralladura y zumo de ½ limón)
- 50 g de mantequilla derretida
- Mantequilla y harina para el molde
- Azúcar glas para decorar (opcional)
Instructions
1. Precalienta el horno a 160 °C. Engrasa y enharina el molde, forra la base con papel de hornear.
2. Bate los huevos con la leche condensada hasta que la mezcla doble su volumen.
3. Tamiza la harina con la levadura y la sal. Incorpora poco a poco a la mezcla anterior, con movimientos envolventes.
4. Añade la vainilla o el limón, y después la mantequilla derretida. Mezcla hasta integrar.
5. Vierte la masa en el molde y hornea 50-60 minutos, hasta que al pinchar salga limpio.
6. Deja reposar 5 minutos, desmolda y enfría sobre una rejilla.
7. Espolvorea azúcar glas antes de servir.
Notes
Puedes añadir ralladura de naranja, canela o sustituir la mantequilla por aceite suave.
Admite variantes sin gluten y se puede congelar en porciones.
Perfecto para acompañar con café, mermelada o frutas.
- Prep Time: 15 minutos
- Cook Time: 1 hora
- Category: Repostería
- Method: Horneado
- Cuisine: Española
Nutrition
- Serving Size: 1 porción
- Calories: 360
- Sugar: 28g
- Sodium: 90mg
- Fat: 12g
- Saturated Fat: 7g
- Unsaturated Fat: 4g
- Trans Fat: 0g
- Carbohydrates: 50g
- Fiber: 1g
- Protein: 7g
- Cholesterol: 90mg

Preparación paso a paso: fácil y sin complicaciones
- Precalienta el horno a 160 °C con calor arriba y abajo. Engrasa el molde con mantequilla, espolvorea un poco de harina y coloca en la base papel de hornear.
- En un bol grande, bate los huevos junto con la leche condensada hasta que la mezcla doble su volumen y tenga textura aireada. Si tienes varillas eléctricas, mejor.
- Tamiza la harina con la levadura y la pizca de sal. Incorpora poco a poco a la mezcla, con movimientos envolventes, usando una espátula o varillas manuales. Así conseguirás un bizcocho mucho más esponjoso.
- Añade la vainilla o el limón y, por último, la mantequilla derretida (ya templada). Mezcla hasta que todo quede homogéneo.
- Vierte la masa en el molde, repártela bien y da unos golpecitos suaves para eliminar burbujas.
- Hornea durante 50 minutos a 1 hora, siempre vigilando: cuando pinches con un cuchillo en el centro y salga limpio, estará listo. Si ves que se dora demasiado rápido por arriba, cúbrelo con papel de aluminio a mitad de cocción.
- Deja enfriar 5 minutos, desmolda y coloca el bizcocho sobre una rejilla para que termine de enfriarse. Al final, espolvorea azúcar glas al gusto.
Este método es muy similar al de otros bizcochos clásicos, pero el resultado sorprende. Si quieres ver variantes, prueba el bizcocho de yogur con manzanas o el bizcocho sin azúcar, perfectos para adaptar a cualquier gusto o dieta.
Trucos, variantes y errores comunes en el bizcocho de leche condensada
Consejos clave para un bizcocho de leche condensada siempre tierno
El secreto de un buen bizcocho de leche condensada está en los detalles: respetar las proporciones, batir bien los huevos y la leche condensada y, sobre todo, tener paciencia con el horneado. Para que siempre te quede perfecto, aquí tienes mis trucos favoritos:
- No te saltes el tamizado: Pasar la harina por un colador fino ayuda a que el bizcocho quede más aireado, igual que en el bizcocho de nube.
- No abras el horno antes de los 45 minutos: Si lo haces, el bizcocho puede hundirse en el centro. Es un error común y, créeme, hasta las más expertas lo hemos cometido alguna vez.
- Personaliza el aroma: Añade ralladura de naranja, limón o canela según el día. Si quieres darle un toque diferente, prueba a espolvorear almendras laminadas por encima antes de hornear, como en nuestro bizcocho de avena y almendra.
- Para más jugosidad: Si te gustan los bizcochos extra húmedos, sustituye una parte de la mantequilla por yogur natural y tendrás una textura aún más cremosa.
- Molde adecuado: Usa uno no muy grande ni demasiado bajo, así evitas que se seque. Un molde tipo plum cake de 24 cm suele ser ideal.
Variantes y adaptaciones para todos los gustos
Si algo tiene de bueno el bizcocho de leche condensada es que acepta mil variantes. Aquí algunas de mis favoritas:
- Sin mantequilla: Puedes cambiar la mantequilla por aceite de oliva suave o girasol (misma cantidad), como en muchos de nuestros bizcochos fáciles y rápidos.
- Sin gluten: Utiliza una mezcla de harinas sin gluten y polvos de hornear aptos para celíacos.
- Bizcocho de chocolate: Agrega 2 cucharadas de cacao puro en polvo a la harina y tendrás un bizcocho con sabor más intenso, similar al bizcocho de chocolate con la Thermomix.
- Decoración extra: Acompáñalo con frutas frescas, nata montada o una fina capa de mermelada.
Recuerda que este bizcocho es perfecto tanto para el desayuno como para una merienda improvisada. Y si te animas, puedes hacer varias versiones en moldes pequeños y tenerlos listos para toda la semana, igual que hacemos con el bizcocho de mango 2 ingredientes.
Conservación, presentación y dudas frecuentes sobre el bizcocho de leche condensada
Cómo conservar y servir tu bizcocho de leche condensada
Un buen bizcocho de leche condensada no solo es delicioso recién hecho, también se conserva jugoso varios días si sigues algunos consejos básicos. Déjalo enfriar completamente antes de guardarlo; después, envuélvelo en papel film o guárdalo en una lata de galletas hermética. Así, podrás disfrutarlo hasta 4 días, manteniendo su textura y sabor. Para ocasiones especiales, espolvorea un poco de azúcar glas justo antes de servir, o acompaña cada porción con frutas frescas o una bola de helado casero, tal como hacemos a veces con el bizcocho de manzana Thermomix.
Si quieres un toque diferente, prueba servirlo como base de tartas o como postre individual, cortando porciones y decorando con nata o chocolate fundido. Y si eres fan de los desayunos energéticos, combina este bizcocho con un café fuerte y un vaso de zumo natural, o sírvelo junto a otros clásicos como el bizcocho sin azúcar o el bizcocho de naranja Thermomix.
Preguntas frecuentes sobre el bizcocho de leche condensada
¿Cómo hacer un bizcocho de leche condensada esponjoso?
El truco está en batir bien los huevos con la leche condensada, tamizar la harina y respetar el tiempo de horneado. Usa varillas eléctricas y movimientos suaves al incorporar los ingredientes para mantener el aire en la mezcla.
¿Se puede preparar bizcocho de leche condensada sin mantequilla?
Sí, puedes sustituir la mantequilla por la misma cantidad de aceite de girasol o de oliva suave. El resultado será un bizcocho igual de jugoso, pero con un toque de sabor diferente.
¿Cuánto tiempo se conserva un bizcocho de leche condensada?
Si lo guardas bien envuelto, dura perfecto entre 3 y 4 días a temperatura ambiente. También puedes refrigerarlo, aunque suele perder un poco de esponjosidad. Si necesitas que dure más, puedes congelarlo.
¿Puedo congelar el bizcocho de leche condensada?
Por supuesto. Una vez frío, corta en porciones y envuélvelas en film o guárdalas en un recipiente hermético. Congela hasta 3 meses. Para consumir, deja descongelar a temperatura ambiente.

Conclusión
Preparar un bizcocho de leche condensada es volver a lo esencial: cocina casera, fácil, con sabor auténtico y una textura que siempre sorprende. Tanto si lo quieres para desayunos como para meriendas, esta receta se adapta a cualquier momento y admite un sinfín de variantes. No hay nada como el olor a bizcocho recién hecho para sentir el hogar, y con esta receta, te aseguro que triunfarás siempre. Si te apetece seguir experimentando, en Rincón de Recetas tienes muchas más ideas para que nunca te falten dulces en tu mesa.